sábado, 21 de mayo de 2011

Volveremos a Sevilla

Hace poco más de una semana, mi mujer y yo estuvimos en Sevilla, donde permanecimos durante cuatro días con sus noches correspondientes. La cercanía de Santander nos permitió la realización de un viaje “low cost”, en un avión de Ryanair. Estos viajes, aunque con serias deficiencias de confortabilidad, ofrecen la gran ventaja de su coste reducido, lo que resulta de agradecer en estos tiempos de crisis económica. Lo extraño es que los políticos no sepan -o no quieran- aprovecharse de estos chollos para ahorrar dinero: de hecho no logramos identificar a ninguno entre los casi doscientos pasajeros del avión.
A pesar de que nuestra estancia en Sevilla coincidió con una ola de calor -en una estrecha callejuela del barrio de Santa Cruz pudimos observar un termómetro que marcaba 41 ºC-, la ciudad en su conjunto nos resultó extraordinariamente agradable: la Giralda, visible desde todas partes; el Alcázar con el preciosismo de sus salas y la exuberancia de sus jardines; las sinuosas callejuelas y diminutas plazoletas del barrio de Santa Cruz; el parque de María Luisa, la Macarena, el barrio de Triana…todo nos encantó y dejó en nosotros un recuerdo imborrable…
Regresamos con la idea grabada en la mente de una ciudad muy habitable, con kilómetros y más kilómetros carril-bici, con parque públicos cerrados a partir de las 10 de la noche, y con el recuerdo de unas gentes de trato muy agradable y acogedor que invita a repetir la visita.

martes, 3 de mayo de 2011

Prepotencia


Sucede en ocasiones que el análisis de una misma situación por parte de distintas personas conduce a conclusiones muy diferentes. Y también que una misma persona puede enfocar dos situaciones muy similares con puntos de vista prácticamente contrapuestos.
Viene esto a cuento por el caso de José Mourinho, entrenador del Real Madrid Club de Fútbol. Cuando el día 22 de septiembre el Sporting de Gijón se enfrentó al Barça en el Nou Camp, Manuel Preciado, su entrenador, alineó en el equipo a jugadores no habituales, que en el campo de fútbol sudaron honrosamente la camiseta y lograron perder solamente por un gol, conseguido por el equipo anfitrión casi al final del encuentro.
Tenía motivos Preciado para dar descanso a algunos de sus jugadores: quería evitarles un cansancio excesivo, por acumularse tres partidos en una semana. Sin embargo, Mourinho no lo entendió así y expuso en público su opinión: “Si hay equipos que se dejan ganar por el Barça, mal podrá el Madrid ganar la Liga”. Estas fueron sus palabras más o menos textuales, que sirvieren de titulares de prensa durante bastantes días y que encresparon a los periódicos madrileños por haber tenido Preciado la osadía de llamarle canalla a Mourinho.
Así las cosas, fueron pasando los meses. El Sporting ganó en el Bernabeu, y hace tan solo unos días el Real Madrid perdió en su casa frente al Zaragoza, que de esta manera abandonó la zona de descenso, lo que indudablemente perjudicó al Sporting. No estaría de más que alguien (Preciado, por ejemplo) le dijese ahora a Mourinho: “Si hay equipos que se dejan ganar por el Zaragoza, mal podrá el Sporting evitar el descenso”. Y es que la Liga no es solo cuestión del Madrid y del Barça: hay también implicados muchos otros equipos, con mucho menos potencial, tanto futbolístico como económico, pero que también tienen su corazoncito que sufre cuando personajes como Mourinho comienzan a desbarrar.