jueves, 12 de febrero de 2009

Una cola demasiado larga

La prensa, tanto la digital como la escrita, ha dado recientemente la noticia de que, según datos del Instituto Nacional de Empleo (INEM), en enero de este año el número de parados en España llegó a superar los 3,3 millones de personas. Es esta una cantidad que se dice pronto, sin siquiera pestañear, pero probablemente tenemos que pensar si no habremos perdido la capacidad de asimilar el significado de los números de muchas cifras, acostumbrados a casos como el de los millones de euros que entran en juego en el fichaje de un futbolista de élite o el de los millones de años transcurridos desde la extinción de los dinosaurios…
Y no es así…Los números de seis o siete cifras suelen significar mucho más de lo que a veces pensamos. Fijémonos, por ejemplo, en que una persona de cien años ha vivido menos de un millón de horas. ¿Y qué decir de los tres millones trescientos mil parados españoles? ¿Habrá alguien que pueda pensar que son pocos? Hace varias semanas leí un artículo en un diario provincial -concretamente, La Nueva España- en el que el columnista señalaba una forma un tanto novedosa de interpretar este número de parados; y fue una interpretación que, francamente, me dejó pensativo durante largo tiempo. Si todos estos parados se situasen en una cola (la cola del paro), de manera que la distancia entre dos ellos consecutivos fuese de noventa centímetros, la cola alcanzaría una longitud de prácticamente 3000 kilómetros. ¡Casi nada! Tres mil kilómetros es, más o menos, la distancia entre Madrid y Varsovia. Tres mil kilómetros jalonados, metro a metro, con parados españoles.
Me parece excesivo. Una sociedad con este nivel de desempleo está condenada al fracaso. Desde luego, el futuro que nos espera no parece nada halagüeño. O acaso ni siquiera exista futuro…¡El tiempo lo dirá!

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