jueves, 5 de noviembre de 2009

Más papistas que el Papa

Hace ya más de un mes, y casi simultáneamente, en el conjunto de noticias recogidas por la prensa diaria se colaron, tal vez de forma equivocada, dos globos-sonda (llamémosles así) que afectaban de manera más o menos directa al Ministerio español de Sanidad.
Ambas noticias brillaron durante varios días como estrellas fugaces en el firmamento y luego se fueron apagando por sí solas hasta convertirse en simples anécdotas dignas del olvido, del que ahora quiero -tal vez infructuosamente- rescatarlas.
Una de estas noticias se refiere al señor Rodríguez Ibarra, antiguo presidente de la Comunidad Autonómica de Extremadura, que pedía se solucionase el problema que ocasionaban las muchas personas extranjeras que acudían a nuestro país a beneficiarse gratuitamente de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social, para aprovisionarse de medicamentos, e incluso someterse a operaciones quirúrgicas a costa del presupuesto nacional. La ministra de Sanidad, señora Jiménez, no quiso coger el toro por los cuernos, aunque se lo daban ya picado, y prefirió que las cosas continuasen como hasta ahora: total preferencia para los “turistas” extranjeros, mientras que nuestros enfermos (los de aquí) aguardan horas y horas hacinados en las salas de urgencia de los hospitales y esperan meses y meses -e incluso años- a que les practiquen operaciones quirúrgicas que en bastantes casos les llegan tarde.
La misma señora Jiménez fue protagonista de la otra noticia a la que antes me refería, pues en su día comentó que se ampliaría la llamada “ley del tabaco” y quedaría prohibido fumar en todos los lugares públicos, incluyendo bares, cafeterías y restaurantes. Parece elemental, al menos si queremos compararnos con otros países europeos. ¡Qué menos que poder llegar a nuestras casas, tras tomar una copa en una cafetería, sin que la ropa esparza por todos lados el irresistible olor acumulado en un local lleno de humo! Pero, nada. Demasiada tajada para una débil dentadura. Las cosas siguen igual, y de la posible ampliación de la ley nada más se supo.
Yo creo que las dos noticias se comentan solas. No se puede ser español ni exigir respeto al medio ambiente. En las circunstancias actuales, un moro fumando en pipa se colaría de rondón en los quirófanos de nuestros hospitales.

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